miércoles, 20 de mayo de 2009

Kabuki - Japonés

Tuve que pasar por un largo período de reflexión y olvidarme de lo "correcto o incorrecto" que supone gastarte un poco más de pasta en cenar en uno de los mejores restaurantes japoneses de Madrid. Pero las tentaciones sensitivas y las historias que rodeaban a este pequeño y contraído restaurante ganaron la ofensiva.

Debo reconocer que lo primero que llamó mi atención fue la decoración, un tanto fría e informal; como bien definió un amigo, muy parecido a un NH Hotel. Y muchas voces. Variadas e incontenidas. Esperaba un ambiente algo más enmudecido, pero era tanta la emoción que se me pasó enseguida. Íbamos enchuletaos al restaurante, es decir, con una guía muy detallada que nos había relatado un asiduo del lugar, y la respetamos casi a pies juntillas. Dejamos un par de platos a la osadía del momento.

Empezamos con un Usuzukuri con salsa yuzu, un pescado blanco en lonchas con lígero sabor cítrico que hubiera disfrutado más si le hubieran puesto una banda negra al precio. A continuación un nigiri de huevas de bacalao con yema de huevo codorniz exuberante y otro de carne de erizo que me dejó mudita. Después llegó el futomaki de Huitlacoche con queso Arzúa. Fuerte y con temperamento. Y más tarde el plato estrella, el Ankimo: hígado de rape con cebolleta y salsa ponzu. Una textura delicadísima con el justo sabor a cítrico. Una inmensidad de plato que supo a poco. Y por último, una tempura de ortiguillas de mar. Amarga, insolente y prescindible.

La cresta fue el postre de yuzu con fresones. Un contraste perfecto entre el helado y la gelatina.

Un restaurante que merece más de una visita.

Dirección: Avda. Presidente Carmona 2
Teléfono: 91 417 6415
Precio: 60-70 euros (Cierra sábados mediodía, domingos)
Al plato vendrás valora - Paladar: 8.5 Servicio: 7

sábado, 25 de abril de 2009

Medina Mayrit Restaurante


Cosa loca la que te propone el Grupo Al Andalus en el purito centro de Madrid: baño árabe (la magia del agua), restaurante (sabores de Al Andalus) y espectáculos (las Mil y una Noches).

Suena todo muy evocador, muy exótico y oriental. Tanto que da repelús. Sin embargo, nunca sabes dónde vas a acabar sentada a comer un día de semana por cuestiones de trabajo. Y allí estaba yo, frente al extravagante "menú del día Andulusí" de a 12,90 , que sonaba a las Mil y una Maravillas. Pero hubo una interferencia de las gordas: apoquinas 13 eurazos y no entra el postre, pero claro, te agasajan con un té Lucero del Alba o Sueño de Invierno que te transporta a las noches de arena, jaima y camellos y eso es sublibellante. Si "para el espíritu analítico de los doctos andalusíes, muy versados en las ciencias especulativas, la importancia de la cocina también tenía su importancia conceptual, científca y su propia filosofía", como bien reza la carta del restaurante, la filosofía de los menús diarios de la cultura españolí es 1º, 2º, bebida, postre o café/té. Al menos que te den la opción de elegir. Porque si me repatea el aguachirri, aunque sea de flores del amanecer, no me queda otra que bebérmelo o quedarme como estoy.

De primero, unas espinaquitas con frutos secos muy rebonicas colocadas en el plato pero muy escasas. De segundo un cus-cus de pollo con confitados varios bastante sabroso. Y ya.

Perdón, olvidé el té de la Alhambra...o era el Pakistaní??? No sé, tengo un lío de culturas...

La comida es decente, pero pagas a precio de oro la teletransportación a la cultura Andalusí.

Dirección: c/ Atocha 14
Teléfono: 902 333 334
Precio: 22-30 euros
Al plato vendrás valora - Paladar: 6 Servicio: 4

domingo, 15 de marzo de 2009

Pinche Brooklyn!


En el centro de Bedford Ave (Brooklyn), donde pasé un diviertidisimo sábado, tuve la fuerte impresión, al salir de la boca del metro, de estar presenciando la locura de algún cintífico que había puesto en marcha la máquina del tiempo. Personajes de mundos diversos, de ideologías convergentes desfilando por el barrio cual maniquíes vivientes: aquello parecía salido de una exposición de Ronald Traeger de la moda de los años 60 o de portadas de disco de grupos de rock de garaje, o de aquellos vídeos de tachuelas, cardados imposibles y medias rasgadas propias de los 80,... en fin, un paseo por la pasarela de la moda de los últimos 50 años. Glamour y suciedad. Maquillaje y grasa en el pelo. Una maravilla.

Después de visitar algunas tiendas "vintage" para probar, estudiar e inspirarnos sobre el modelo de tocado años 20 que una amiga quería para su futura boda, nos decidimos por un mexicano donde poder hartarnos y satisfacernos. ¡Y cómo! Empezamos por unos nachos con su quesito fundido y sus frijoles que atacamos como si no hubiera mañana. Le siguió un ceviche que desconozco si estaba cocinado a la manera de Veracruz, como nombre del restaurante. Pero la sensación fue delirante. La segunda ronda de comida fue un atrevimiento: enchiladas poblanas, pollo con mole y unas flautas mexicanas que estaban de rechupete. Acabamos ahítos, hartitos y empachaítos pero disfrutamos como "chamacos". Lo único que nos prohibieron hacer fue probar un tequila añejo, que si no recuerdo mal era el Don Julio. Lo que sí recuerdo es que el golpe eran 60 dolarazos.

Dirección: 195 Bedford Ave, NY 11211, Williamsburg
Teléfono: (718) 486-3333
Precio: 20 dólares
Al plato vendrás valora - Paladar: 8 Servicio: 8

domingo, 1 de febrero de 2009

El Arabia en Chueca

A pesar del ambiente íntimo y excesivamente oscuro, de las sillas de madera maciza que te abren las carnes y del run-run de las decenas de conversaciones a tu alrededor, este restaurante árabe situado en una de las extremidades del barrio de Chueca merece mucho la pena. No sólo por su precio, sino por la calidad y sabor de casi todos los platos de su reducida carta. El top de los tops es, en mi opinión, la pastela, un pastel de hojaldre de pollo dulce (o paloma, que no es el caso de este restaurante). Se te abren los sentidos, de verdad. El falafel también es muy tierno, y lo ponen con una salsa de tomate fresco que mejora el plato. El hummus (o como viene en la carta: crema de garbanzos) y la crema de berenjenas con tomate son entrantes obligatorios. Llegamos a los cous-cous; paradojicamente lo más flojo de su carta. Pero si hay que elegir, me quedo con el de pollo con cebolla caramelizada o el de calabaza con leche.

Tienen pocos postres, y todos son chutes de glucosa, pero si lo combinas con un té rojo, verde o de cualquier otro color, tienen un buen pase.

Dirección: c/ Piamonte 12
Teléfono: 91 532 5321 - L a X cerrado y V al mediodía
Precio: 15 euros
Al plato vendrás valora - Paladar: 7,5 Servicio: 7

miércoles, 7 de enero de 2009

La Parrilla - pescau del fresco en Ribadesella


Unos hablan de mimo, otros hablan de arte. Una casita baja y de aspecto añoso en su interior a la salida de Ribadesella conserva una de las herramientas mágicas más disfrutadas del Oriente de Asturias: la parrilla, palabra que da nombre al restaurante. En un entrevista al Comercio Digital, el capitán de este proyecto habla del contacto directo que establece con los pesqueros pequeños y conocidos de Llanes, Ribadesella y Lastres para escoger las piezas más hermosas (circulan por sus manos rodaballos, "pixines", "xardas", lubinas, cigalas, merluzas...) o de las artes de la captura, para las cuales no se utilizan redes y arrastres, sino tradicionales caceas y palangres.

En un escenario de "chigre" y con la parrilla a pleno rendimiento, nos sentamos a comer una de las mejores merluzas de picho que hayamos paladeado nunca y dos lubinas suaves y con el toque justo de plancha. Previamente, ya habíamos salivado ansiosamente con la aparición de una ración de pulpo hermoso y pimpollesco. Se cerró la sesión como no podía ser de otra manera: cazuela de arroz con leche quemao, como manda Asturias.

Dirección: Avenida Palacio Valdés 27
Teléfono: 985 860 288 - Lunes cerrado
Precio: 35 euros
Al plato vendrás valora - Paladar: 9 Servicio: 8

domingo, 9 de noviembre de 2008

Inari, un japonés decepcionante

En plena semana navideña y con los restaurantes a rebosar a la hora de comer, nos aceptaron en este japonés de ambiente pijo e intenciones modernas. La carta de platos era elevadísima por lo que no nos quedó más remedio que pedir el menú de 21 eurazos per person. La experiencia fue un camino de rositas: el servicio despitadisimo o quizá pensaron que tan sólo eramos un holograma; la sopa miso de primero lo mejor del menú (eso ya es un indicativo); el segundo consistió en una triste tacita de arroz tres delicias de restaurante chino (no recuerdo ahora el eufemismo con el que titularon el plato), la tabla de sashimis variada, correcta y ya!. Se acabó la experiencia, y si quieres más, sólo te ofrecen una bola de helado de vainilla (el dueño nos explicó que pdurante las comidas no sirven más que un sabor para hacer que el servicio sea más eficaz: entiendo que el servicio cortocircuita si tiene que pensar en 3 posibilidades donde meter la cuchara). No sé cómo será la experiencia de cenar o tirar de carta, pero habiendo tantos japoneses con precios más bajos, sabores más ricos y servicio más agradable, ¿por qué volver?

Dirección: Calle General Pardiñas 43 - Madrid
Teléfono: 91 576 33 12
Precio: 35 - 40 euros
Al plato vendrás valora - Paladar: 4 Servicio: 3

domingo, 2 de noviembre de 2008

Olsen - un escandinavo caluroso


Una noche divertida, muy divertida. Llevas a parte de la familia y se te ocurre que un escandinavo modernillo puede ser una opción. Te arriesgas, porque hay cientos de restaurantes con "sello" en Madrid que son una verdadera pérdida de tiempo y de dinero. Pero reconozco que todos salimos emborrachadamente satisfechos. Comenzamos con unas entradas para compartir: una tabla de salmón ahumado, caviar y trucha salvaje con blinis de maíz y 5 smorrebrod con vodkas diversos. Este último servido en una tabla con agujeros donde venían inscrustados unos tubitos de ensayo con el vodka que debía acompañar a cada sandwich escandinavo. Gracioso y visualmente atractivo. Después pedimos mezcla de primeros y segundos. A saber: un carpaccio de atún rojo, remolacha, frambuesas y queso de oveja que fue un bocado de frescura; estupendo pero algo escaso. Alguien decidió probar el, algo elevado de precio, atún ligeramente ahumado acompañado de crema de rábano picante y habitas; impecable en su textura y en sabor. La bandiola de ibérico se llevó la palma: un sabor penetrante combinado con el ligero puré de patatas y eneldo; perfecto. La elección de los dados de ternera a la plancha fue un regreso al pasado, a la ternera de mi pueblo, la que cocinaba mi abuela para cenar con aquellas patatas rechonchas. No sólo fui yo quien lo sintió. Por último, y quizá el más ramplón pero delicado, el roll de centollo con hojas verdes y salsa de mango.

Los postres desiguales en calidad: la torta de chocolate es espectacular, pero los nectarines con mascarpone te los puedes saltar. Ninguna maravilla.

Resumiendo: un lugar en el que te diviertes, con platos de calidad aunque un pelín subido de precio.

Dirección: Calle Prado 15 - Madrid
Teléfono: 91 429 3659 (L cerrado)
Precio: 35 euros
Al plato vendrás valora - Paladar: 7 Servicio: 8

domingo, 12 de octubre de 2008

El Molin D´Eloy - uno más en Felechosa


Cuando un nuevo restaurante, chigre o bar se abre en la cuenca, es de obligación, por parte de los alleranos y alleranas, el ir a visitarlo. El Molin D´Eloy, abierto hace pocos meses en la cada vez más viva Felechosa, es un pequeño restaurante de trato caluroso, cantidades amables y precios más que razonables. El condumio, pues, se merece un relato: comenzamos con una ensalada templada, talla familia numerosa, a la que le habían dado un toque original al freir las gulas con pimentón. Muy rica. Otro giro inusual el de las croquetas de queso, fritas con un rebozado de frutos secos. La potencia y sabor de la sopa de marisco alcanzaba los poderes de la marmita del druida de Obélix. La ternura de les fabes amantequillaban el paladar aunque quizá le faltó mejorar el "caldín" y hacerlo algo más espeso. Los platos de carne convertidos en escalopín de venado "a la Peral" y en carrillera con patatines fueron de gran calidad y el crêpe de picadillo una bombita digna de aislarse del resto de platos.

No hay que salir por la puerta sin probar la tarta de chocolate con galletas de la abuela, la casera, la de toda la vida...

A Felechosa, pues, le sumamos un espacio más donde comer bien y disfrutar de platos caseros, algunos de ellos con un "toque distinto y original"

Dirección: Junto a Albergue Aula de la Naturaleza - Felechosa, Aller (Asturias)
Teléfono: 985 487 770
Precio: 18-25 euros
Al plato vendrás valora - Paladar: 8 Servicio: 9

La Cava del Faraon está a oscuras

Una cosa es la gastronomía local o nacional de un país y otra, pretender que se produzca un efecto de traslación de costumbres, texturas, atenciones y sabores de un país a otro. La Cava del Faraón, "un pedacito de Egipto en el centro de Madrid" es un engaño, un artificio plagado de complementos constumbristas (como la danza del vientre o la música árabe tradicional) que te toca pagar a precio de gamba de Huelva. Los entrantes o mezzes no eran nada del otro mundo: de los 10, 5 de ellos tenían una gama de sabores casi idéntica; el hummus bastante sencillote y el babaganoush algo requemao. Su magnífica especialidad, promocionada con redoble de tambor, es un pastel de berenjena de lo más ramplón y la pata de cordero recalentada de micro una decepción. Así que si lo que queréis es recrear las noches del Egipto faraónico, Madrid no es la ciudad.

Dirección: Calle Segovia 8 - Madrid
Teléfono: 91 542 5254 (abierto sólo cenas)
Precio: 25 euros
Al plato vendrás valora - Paladar: 4 Servicio: 6

sábado, 2 de agosto de 2008

Pescando en Filipinas


Quien me iba a decir que Filipinas iba a ser el país que me iba a convertir en un verdadero protón de fósforo. No hay ni un sólo día (quizá sí) que no haya probado o repetido una de las tantas variedades de pescado que te ofrecen en alguna de sus cantinas o restaurantes. Mi preferido es el Blue Marlin al grill, cuyo sabor se parece mucho al atún, pero el adobo (hecho a base de soja, lima y otros ingredientes que no alcanzo a reconocer) lo convierte en un plato unicamente encontrable en estas latitudes. Otra variedad muy sabrosa es el Lapu-Lapu, una pieza rosada y de sabor suave y resbaladizo. Una de mis constantes (si le puedo atribuir ese adjetivo) es el Kitong, que lo sirven en la que ha sido, durante mis meses en Butuan City, mi lugar de referencia para comidas, cenas, bienvenidas y despedidas: el Paboritos. Lo hacen al grill, con un relleno en las mismas entrañas del pescado de tomatito, cebolla y pimiento verde. La mezcla con la salsa de soja, el chili y el arroz lo convierten en un plato que despierta adicción, de verdad. Otros pescados como el Galunggong o el Salay Salay no tan frecuentes en mi dieta pero parte de mi experiencia gastronómica. Lima, salsa de soja (toyo), vinagre de coco y gengibre son algunos de los ingredientes que de una u otra forma acuden a ti.
Siguiente capítulo: las variedades del cerdo (Baboy) en Filipinas, un animal al que rinden verdadera devoción.