Una de las primeras y más infantiles experiencias gastronomicas la viví en el Restaurante japonés Ginza. Nunca antes me había sentado frente a una barra giratoria dentro de la cual habitaban cocineros tan disciplinados, trabajando el arte del arroz y el alga, la hueva de salmón y el aguacate. Abres trampilla, eliges plato de un color (la leyenda de precios está en la pared), te lo llevas a la boca y zas!, una bofetada de sabores. La barra sigue girando mientras observas el discurrir de creaciones rizadas, cónicas, circulares o cuadradas. Vuelves a abrir, excitado por la novedad. Y vuelvo a dibujar con los palillos en el aire otro gesto de placer.
Deliciosos sushis y makis, las berenjenas con sésamo y miso riquisisisi...
Dirección: Plaza de las Cortes 3, Madrid
Teléfono: 91 4297619
Precio: entre 30 y 50 €
Al plato vendrás valora - Paladar: 9 Servicio: 9
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3 comentarios:
Si quieres conocer otro japonés, un poquito menos bueno, pero también un poquito menos caro, y con un diseño de local chulísimo, pásate por el Pink Sushiman, muy cerquita de Montera.
¡Flipante!
Gracias cattya (María?). Tiene una pinta estupenda. Que apunten bien los/as apasionados/as de la comida japo.
Lo mejor de la cocina japonesa no es su sofisticada simplicidad, como escribió Capel; ni siquiera la separación nítida de sabores y texturas. Lo que me hace volver y explorar restaurantes japoneses es esa especie de pausa a la que obliga la comida japonesa: detenerse, admirar, oler, mirar y saborear, despacio, cada bocado, ser conscientes, en todo momento de dónde uno está y lo que está haciendo: comer. No conozco otra cocina que me transmita mejor esa sensación de frenazo del tiempo.
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