sábado, 2 de agosto de 2008

Pescando en Filipinas


Quien me iba a decir que Filipinas iba a ser el país que me iba a convertir en un verdadero protón de fósforo. No hay ni un sólo día (quizá sí) que no haya probado o repetido una de las tantas variedades de pescado que te ofrecen en alguna de sus cantinas o restaurantes. Mi preferido es el Blue Marlin al grill, cuyo sabor se parece mucho al atún, pero el adobo (hecho a base de soja, lima y otros ingredientes que no alcanzo a reconocer) lo convierte en un plato unicamente encontrable en estas latitudes. Otra variedad muy sabrosa es el Lapu-Lapu, una pieza rosada y de sabor suave y resbaladizo. Una de mis constantes (si le puedo atribuir ese adjetivo) es el Kitong, que lo sirven en la que ha sido, durante mis meses en Butuan City, mi lugar de referencia para comidas, cenas, bienvenidas y despedidas: el Paboritos. Lo hacen al grill, con un relleno en las mismas entrañas del pescado de tomatito, cebolla y pimiento verde. La mezcla con la salsa de soja, el chili y el arroz lo convierten en un plato que despierta adicción, de verdad. Otros pescados como el Galunggong o el Salay Salay no tan frecuentes en mi dieta pero parte de mi experiencia gastronómica. Lima, salsa de soja (toyo), vinagre de coco y gengibre son algunos de los ingredientes que de una u otra forma acuden a ti.
Siguiente capítulo: las variedades del cerdo (Baboy) en Filipinas, un animal al que rinden verdadera devoción.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero... ¡¡Qué haces tu en Filipinas??

:D

Espero que te lo estés pasando muy bien. :)

Anónimo dijo...

la descripción es tan viva que ... me voy a desayunar!!!!

Anónimo dijo...

Vaya con la dieta del cooperante, ¿Quién financia esos banquetes, la abanderada de la cooperación Thelma Ortiz?